
Sí, efectivamente, el rol es una actividad eminentemente social, que requiere el concurso de varias personas que desarrollan una historia de manera colectiva. Obviamente, esta tarea se lleva cabo idealmente cuando la comunicación entre los participantes es directa, cara a cara, pues no sólo en este proceso comunicativo es necesario el diálogo, sino que intervienen también de manera fundamental el lenguaje gestual y corporal. Por tanto, Internet, aunque una herramienta poderosa, aún hoy no puede, por tanto, sustituir la presencia física inmediata de los individuos, y la espontaneidad de los mismos cuando se relacionan de manera frontal, cara a cara.
Ahora bien, formar una mesa de juego no es cosa fácil, y mucho menos mantenerla. Es cuestión fundamentalmente del director de juego crear las condiciones necesarias para formar un grupo estable. Idealmente, un director con ganas de establecer una mesa de juego buscará primero voluntarios entre sus amigos o familiares cercanos para, más adelante, si no cubre el cupo ideal de participantes, buscarlos en asociaciones, clubes locales, centros de la juventud, institutos o la universidad. Hay muchos lugares donde acudir a buscar jugadores que quieran incorporarse a una mesa. Claro que siempre podemos enseñar a nuevos candidatos, practicar el proselitismo es algo necesario para fomentar la afición, siempre. Sé que esto es fácil decirlo pero no hacerlo, aunque el que algo quiere algo le cuesta.
Una vez formada la mesa, hay que seguir unas pautas para que se asiente en el tiempo y cuaje. Lo fundamental es crear un buen ambiente, basado en la cortesía y los buenos modales. A la sazón, es prioritario eliminar a jugadores que no muestren el mínimo respeto por los compañeros, o se muestren desagradables o demasiado competitivos. A la larga, aunque pueda resultar una decisión comprometida, todos lo agradecerán. Es tarea también del DM velar por el buen curso de la campaña, columna vertebral de la actividad, por ello, siempre debería tener bien preparada la sesión. Organizar adecuadamente la mesa de juego también es importante, así como la cortesía para el anfitrión, ayudando en lo posible en la organización y la recogida de la mesa al concluir la reunión. Si la partida se celebrase en un lugar público, tal como una cafetería o similar, hay que procurar guardar las formas y desarrollar el juego de manera normal y comedida, no en vano, para estas ocasiones, uno se convierte en embajador de la actividad que desempeña, y no viene mal mostrar públicamente lo satisfactoria que puede llegar a ser y cuán normal es su desarrollo. En fin, poco más podemos añadir, salvo resaltar lo que dijimos al inicio, y es que el respeto entre los miembros, la cordialidad, lo es todo. Siempre puede haber roces puntuales o peleas, y lo sé mejor que nadie, pues soy el primero en perder los nervios o alzar la voz, pero a la postre sé pedir perdón y perdonar, así como todos los miembros de la Marca. No en balde llevamos casi 20 años jugando juntos y lo que nos queda…
"Si la partida se celebrase en un lugar público, tal como una cafetería o similar, hay que procurar guardar las formas y desarrollar el juego de manera normal y comedida, no en vano, para estas ocasiones, uno se convierte en embajador de la actividad que desempeña"
Me quito el sombrero. 🙂
Gran artículo¡¡ huelga decir que os admiro mucho y lo que habéis logrado es digno de admiración para todo rolero que se precie.
Y que siga así muchos años más.
Un abrazo para todos los miembros de la Marca¡¡¡¡
Totalmente deacuerdo. No ya el sentarse en una mesa a jugar con tus amigos, sino el mero hecho de quedar para jugar a rol con ellos es algo que no tiene precio ni creo que se pueda comparar remotamente con una partida en foro o chat.
Gran Artículo. Y olé! XD
Excelente artículo. Deberíamos organizar partidas en público, para promocionar las virtudes de nuestro hobby. Llamémonos embajadores. 🙂
Genial este texto, muy interesante.
Me gustaría añadir que es de suma importancia la implicación de los jugadores para el buen desarrollo de una sesicón/partida/campaña. Cuando los jugadores están muy interesados y "se meten" en su personaje, el trabajo del director de juego en algunos momentos puntuales se reduce a 0, llegando a ser incluso un mero espectador de la interpretación de los pj entre ellos mismos.
Esto es de suma importancia, pues un jugador desmotivado (ya sea porque no le gusta la ambientación o porque su concepto de rol difiere del del grupo…) difícilmente llevará una buena interpretación y provocará que el resto no puedan integrarse en la trama totalmente.
¡Muy buen artículo!
La verdad es que cuesta crear un grupo de jugadores asiduos, mantenerlos también es difícil. Especialmente cuando van pasando los años y todos empezamos a tener responsabilidades. Pero qué puedo decir yo… que llevo 14 años en el mundillo y durante los cuales he desarrollado un juego propio.
Es muy cierto, el "ritual" de las sesiones de juego es algo más que sentarse a jugar, es todo un evento. La cena previa, las charlas sobre la sesión anterior… No sabría explicar con exactitud todo lo que me provoca quedar con el grupo de jugadores. Pero es una satisfacción que en muchos casos supera otras cosas.
Como el hecho de tener que madrugar al día siguiente, pero ya se sabe, sarna con gusto…
De lo mejor que he leído en el blog, lo cual es muchísimo…
En nuestro caso, el ritual de quedar todos los Domingos por la tarde, para sentarnos a la misma mesa a jugar, ha permitido que los viejos amigos hayamos reencontrado tiempo para vernos.
Y de hecho, el "sentarnos a la mesa a jugar al rol" ha sido la excusa para retomar unas relaciones de amistad, que ya están mucho mas allá de los Domingos.
¡Un 10 señores!
Cuanta razon tienes compañero en todo lo que dice el articulo.
¿Quien no ha tenido que ver como el grupo de juego se disuelve?
¿Quien no ha tenido que terminar apartando a algun compañero porque se empeñaba en fastidiar la partida?
Saludos desde Cartagena compañeros!!!
Con el paso de los años y la llegada de los hijos, el curro y otras responsabilidades, cada vez se hace más difícil el quedar "cara a cara".
Difícil, pero no imposible. Yo ya llevo unos cuantos años jugando con un grupo comprometido de jugadores. Hemos perdido a alguno, y se nos han unido otros, pero el grupo permanece ;).
Y sí, para mi el rol sigue siendo jugar en la mesa con los colegas 🙂
De mi grupo original, que éramos un buen puñado, seguimos jugando con regularidad solamente dos.
En algún momento, hace cinco o seis años, se nos sumó una pareja que sigue viniendo puntualmente a jugar.
Y el resto de los jugadores pues vienen y van, pero así es la vida: unos simplemente dejan de jugar, otros tienen que irse a buscarse las papas a otras tierras.
Pero nosotros seguimos quedando. Y quien quiera sumarse, siempre tiene un lugar en la mesa.
Buen artículo.
En mi caso llevo 23 añitos jugando a d&d y con mi grupo actual llevamos casi 17 años jugando juntos, desde que comenzamos en la universidad.
Un saludo para la asociación El Reino de Arkham de Derecho de la UCM y un abrazo para Los Resolutores.
/Javi Planescape