Y aquí comenzó nuestra historia, alrededor del año 2008, cuando nos propusimos editar nuestra caja roja de la Marca del Este, que terminaría por materializarse en 2010. El 3 de mayo de 2010, aunque ya habíamos adelantado la noticia en otros medios, incluyendo este mismo blog, un servidor grabó un vídeo informando de todo el proceso, que ya estaba algo avanzado. En el mismo se da cuenta de nuestra intención, que no era otra que la de emular el juego que nos vio nacer en esta afición, la caja roja de D&D, editada aquí por Dalmau en los ochenta. Nunca pretendimos crear algo original, rompedor, o que aportara nada más allá de lo que representaba la caja roja original. Queríamos simplemente editar una pequeña cantidad de nuestra propia y fiel versión del juego de nuestros amores, aprovechando la irrupción en escena de la OGL, y la burbuja de contenido d20 que propiciaría. Entonces, como ahora, no éramos profesionales editores, ni mucho menos escritores, así que nos basamos en juegos ya presentes en la escena OGL/SRD, como Labyrinth Lord, que nunca hemos ocultado como base evidente sobre la que construimos Aventuras en la Marca del Este. De hecho, salvo las ilustraciones del juego, no hay nada original en el mismo, incluso las aventuras están inspiradas en otros trabajos OGL, con algunos pocos cambios. Y créanme, que no me duelen prendas en reconocerlo; incluso admitir que pudiéramos cometer errores al aplicar la licencia de algunos elementos. Poco más o menos, éramos un puñado de aficionados bisoños con mucha voluntad y cariño y nulo talento, y lo seguimos siendo, y no es falsa modestia, simplemente la aceptación de un hecho que se me antoja palmario. Nos costó muchísimo trabajo confeccionar el juego, y no hubiera sido posible sin la existencia de la OGL, y la capacidad que nos otorgó de copiar contenido derivado y compartido en libertad por otros aficionados como nosotros (aunque seguramente mucho más capaces) en todo el mundo. Razón por la cual, y como no podía ser de otro modo, el juego fue puesto a disposición de todo quisque con la misma licencia (era una obligación, de todos modos), explicitada en la copia de la licencia que obra en cada ejemplar de la caja roja o el libro de bolsillo, donde el único contenido especificado como product identity es exclusivamente el título del juego: Aventuras en la Marca del Este. Es decir, cualquiera de ustedes puede copiar cualquier parte del texto y emplearlo en otro producto derivado con total libertad, tal y como hicimos nosotros. Es decir, la propia esencia del movimiento OSR, espoleado por la OGL y el documento SRD, aparte de sus connotaciones legales y demás, no es otra que la de compartir en libertad y con las mínimas restricciones posibles. ¡Compartir para crear! Siempre intentando emular las sensaciones de las primeras ediciones de D&D, quizás su inocencia, su bisoñez, su ingenuidad, su libertad, parte de su sentido del humor, su vigencia inmarcesible, su herencia y el cariño de sus progenitores. La OSR es compartir, no lo olviden… no lo olvidemos. Nosotros sabemos de dónde venimos y a donde vamos. Sabemos cuál es el legado de la OSR.
Bueno, qué quieren que les diga, después de la caja roja original, de esos poco ejemplares que volaron en Dracotienda, los acontecimientos se precipitaron, tal y como conocen ustedes. Quiero decirles que todo nos vino a desmano, porque nos sorprendió, y aún hoy lo hace. Pero tenemos muy claro qué es Aventuras en la Marca del Este, y qué no es. La Marca no es original, es una mera y premeditada copia del original gracias a la OGL y el movimiento OSR. La Marca es también un legado de dicho movimiento, con sus muchos fallos. Nunca movimos un dedo con afán mercantil, más allá del cariño que nos impelía, algo que queda cristalinamente expuesto en las cuentas del proyecto que hicimos públicas al poco de concluir todo. Y lo volveríamos a hacer, a pesar de perder 2.280 euros en el camino, que se dice pronto. Y también conviene recordar todo esto, quizás para los que no estuvieron allí cuando, más de 8 años atrás, iniciamos esta aventura. Aquellos que aún hoy señalan el juego tildándolo de algo que no aporta nada nuevo. Y es que señores, nunca fue ésa nuestra pretensión, como hemos explicado muchas veces. Señalar algo así es una evidencia que nosotros constatamos públicamente desde el mismo inicio del proyecto. No hay más misterio.
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Seis de los ocho miembros originales, creadores de la caja roja de la Marca. De izquierda a derecha: Cristóbal, Pedro, Mateo, Manolo, Fran y Salva. Faltan José Luis y Javi. |
Si vuelvo la vista atrás, con lo que he aprendido hoy, cambiaría muchas cosas de esa caja roja nuestra primeriza, las aventuras, o algún monstruo original o novedoso, no sé. Aunque ya no sería lo mismo, perdería esa inocencia primeriza, esos errores, esa falta de originalidad, esa traducción, demasiado literal en ocasiones, de las fuentes originales, todo fruto de nuestra incapacidad y falta de experiencia. Y es por ello, y de seguro será una equivocación, que salvo alguna errata, no hemos cambiado el contenido desde entonces. Pues preferimos dejarlo así, como el trabajo cooperativo, comunal, de los 8 miembros originales de la Marca que creamos al alimón este juego, con sus errores, con las fuentes y licencias tomadas intactas, con su falta palmaria y confesa de originalidad, como el homenaje sentido y sincero al movimiento OSR que originara este trabajo y al D&D Básico, y su pulsante esencia, aquella que nos mueve a compartir en libertad las creaciones. ¡Ése es el legado de la OSR! Que vive en miles de creaciones compartidas a lo largo y ancho de este mundo.
Que bonito post para un leer, desde Galicia, en un domingo lluvioso.
Sois muy grandes
¡Y que dure muchos años!
Aventuras de la Marca del Este hizo que me reenganchara al rol después de 15 años. Aportó algo nuevo en la manera de hacer las cosas. Por esto todavía permanece.
Claro que si
Entradas como esta y la de Bat in the Attic sin muy buenas para recordarnos de qué va todo esto de la OSR: de compartir y crear, gracias a la OGL. Yo lo comento muchas veces, que se puede coger prácticamente todo de los juegos publicados bajo esta licencia para montarte tu propia versión. Y con las herramientas que hay para publicar vía PDF y tiendas online… el que no se monta su retroclón es porque no quiere 😉
Yo me quede encandilado em su día, por 2012, con la idea de que un grupo de amigos de toda la vida se habían liado la manta a la cabeza y sacado adelante una caja roja. Y desde entonces os sigo. A seguir por muchos años compañeros!
pues yo creo que empezó con Hackmaster 4ed