
Una de las cosas que teníamos meridianamente clara a la hora de diseñar nuestro juego era que el mismo tenía que estar presentado en formato caja. Era esto muy importante, pues consideramos que este formato es indispensable si lo que queremos es revivir, recrear más bien, la esencia de los juegos de rol clásicos, especialmente D&D. Como saben, nuestro juego está basado principalmente en la edición de Frank Mentzer de las reglas revisadas del D&D Básico de 1983, con algunas pequeñas modificaciones y añadidos. También hay elementos de Labyrinth Lord, aunque la estructura organizativa de este juego es más bien caótica y no nos gusta mucho, que digamos. En fin, es bien conocido que la edición de Mentzer de las reglas, al igual que las precedentes de Moldvay o Holmes, venían presentadas en formato caja. Es más, desde su mismo inicio, el juego ha empleado este formato de presentación, con excepción de las últimas encarnaciones del juego, presentadas como libros individuales editados mayoritariamente en cartoné. Así pues, este elemento era necesario, preciso, para rescatar el espíritu del juego, en su vertiente más clásica. Pero, ¿por qué el juego empleó este formato en su día? Aunque se podría teorizar sobre el tema, yo creo que la razón fundamental es tan sencilla como que D&D era, es y será un juego de mesa. Sí, los juegos de rol son juegos de mesa, con sus peculiaridades, pero juegos de mesa al fin y al cabo. D&D nunca ha ocultado sus orígenes en los wargames; y el uso de miniaturas, característica que ha acompañado el juego en todas sus ediciones. No en balde, en la caja original, la primera y mítica versión de D&D, podíamos leer en su misma portada esta definitoria sentencia: «Rules for Fantastic Medieval Wargames Campaigns Playable with Paper and Pencil and Miniature Figures».
Es evidente pues, que estas influencias no pueden desdeñarse y marcarán el juego desde su misma génesis. Por tanto, estamos ante un juego de mesa, un juego que, aunque no de forma incuestionable, si que aconseja el uso de miniaturas y fomenta su empleo. Un juego que, según leemos en esa aclaratoria frase, precisa también de dados, lápiz y papel. Si bien no recibíamos todos estos elementos en esta primera edición, en versiones posteriores, como la de 1983 que emulamos nosotros a nuestra manera, ya la caja acogía una témpera y un juego de dados completo. Estaba claro desde el principio pues que, como juego de mesa al uso, aun con sus peculiaridades, D&D se presentaría como se presentaban los juegos de mesa habitualmente: en caja. Una caja que podía acoger unas pocas miniaturas compradas individualmente por los jugadores, unos lápices para escribir e incluso unos pocos dados; y la que podríamos transportar fácilmente de un sitio a otro.
Este formato estuvo mucho tiempo en uso en TSR, y no pocos suplementos, campañas, aventuras, settings y demás aparecieron en caja, hasta que algún iluminado decidió obviar el formato. Y por ello, tal vez, tenga ese halo hoy clásico, que incluso la propia Wizards quiere recuperar en… ¡sí!, una nueva caja roja introductoria para D&D cuarta edición. Ahí es nada.
Está claro que las cajas tienen algo, un sabor especial, la sensación de tener algo físico, tangible, en las manos. Algo manipulable, que guarda cosas en su interior, cosas maravillosas y divertidas. Una caja siempre será más identificable con un juego y todo lo que conlleva que un simple libro, desnudo y sin otro complemento que la cola de su lomo. Es por todo ello que siempre hemos tenido claro que si queríamos reproducir fielmente el espíritu de antaño de este maravilloso juego era perentorio presentarlo en caja, a pesar de las dificultades inherentes a este formato y el sobrecosto que supone. Creo que lo hemos conseguido, y pronto podremos todos comprobarlo.
Está claro que las cajas tienen algo, un sabor especial, la sensación de tener algo físico, tangible, en las manos. Algo manipulable, que guarda cosas en su interior, cosas maravillosas y divertidas. Una caja siempre será más identificable con un juego y todo lo que conlleva que un simple libro, desnudo y sin otro complemento que la cola de su lomo. Es por todo ello que siempre hemos tenido claro que si queríamos reproducir fielmente el espíritu de antaño de este maravilloso juego era perentorio presentarlo en caja, a pesar de las dificultades inherentes a este formato y el sobrecosto que supone. Creo que lo hemos conseguido, y pronto podremos todos comprobarlo.
La caja, además, te da la sensación de que tienes un juego completo, todo lo necesario para jugar desde el momento de su adquisición, y no como ahora que cada vez que compras un básico tienes la impresión de que algo no te han metido en él para ponerlo en otro libro.
Ya falta poco para verlo, sí. Què ganas 😀
La caja además tiene la facultad de permitirte tener todo lo esencial dentro siempre. No estás pensando en dónde pones esto o dónde estará lo otro, puedes llevarla a cualquier lado sin problemas y tus manuales no sufren menoscabo alguno. Es un buen formato, sí.
Hombre, yo no lo tengo tan claro. Que comenzase como una evolucion del wargame y tuviese algunas de sus peculiaridades en los inicios no significa que sea un juego de mesa. Igual que el que el cine sea, en principio, una evolucion del teatro y usasen peculiaridades de este, y actores, en sus inicios no significa que sea teatro.
La caja también tenía el atractivo de contener multitud de cosas, desde varios libretos a mapas, ayudas de juego, etc. En la caja podías meter las hojas de personaje, la aventura que estuvieras jugando, etc.
No voy a decir que fuera más cómodo (total, una mochila hace el mismo avío) pero, como bien decís, ya era una tradición.
Por supuesto fue un coñazo cuando TODO venía en caja, sobre todo en los EEUU, en ocasiones incluso alguna aventura que otra. Pero ahora que no se hace, pues leñe, claro que se siente nostalgia.
Las mejores cosas de este mundo vienen en cajas:
– Las ediciones especiales de DVD
– Los bombones
– Los playmobil
Coño, ¡vosotros no podéis ser menos!
Yo también pienso que la caja es el formato ideal para presentar y utilizar un juego de rol. El problema es que es mucho más costoso hacerlo así. Más caro hacer unos cuantos libretos en vez de un libro. Crear la caja, diseñarla, montarla físicamente, añadir los dados.
Me alegro mucho que podáis lograr esta visión que tenéis, pero el problema que se encuentran los creadores de rol amateurs (y supongo que también las editoriales) es que la caja sale más cara.
Igual por eso en Edge no están editando Dragon Age…
Yo también creo que la caja es un puntazo. Recuerdo que cuando jugábamos a la caja roja (creo que teníamos la de borrás) ahí dento también guardábamos los mapas, las fichas, los dados, papelotes con las anotaciones de los jugadores… ains, que recuerdos.
Una pregunta, de todas formas, además de en caja, vais a editar un PDF? tengu un amigo que vive muy muy muy lejos (tokio para ser exactos, y le gustaría comprar una copia del juego, aunque fuese en formato digital).
Sí, además se podrá comprar en Lulu, si todo va bien.
Perfecto!
Una cosilla, tengo escritos unos módulos que si os interesa os puedo hacer llegar.
Son módulos escritos para el Classic D&D, por lo que quizás os puedan ir bien (en concreto tengo uno en mente que enlaza unas 5 partidas que idee como minicampaña para introducir a unos novatillos en el rol, y que lleva a los personajes desde n1 a n3). Si os interesa escríbeme a pssbert(arroba)gmail.com y estamos en contacto.
Bravo por vuestro trabajo, seguid así.
Pues yo creo que este formato se adoptó simple y llanamente por razones prácticas. Hay juegos de mesa que no van en cajas y ediciones de D&D (y de otros juegos de rol) mucho mas orientadas a los wargames (3ª o 4ª) que no utilizan ese formato. De hecho la edición con mas cajas con diferencia es AD&D y es la mas alejada de esta forma de jugar (los básicos, además, no iban en caja). D&D es un juego que desde el principio incluyo una enorme cantidad de material y lo normal eran varios libros, mapas, miniaturas, dados, cartas, etc, etc… por lo que era inviable sacarlo en otro formato (era este o un saco, pero quedaba mas elegante así ^^). Cuando editorialmente y a nivel de reglas el juego se estabilizo (en los 80) y se fueron separando básicos de suplementos y se sacaron las ambientaciones las cajas quedaron sobre todo para material de ambientación que solía incluir numerosos mapas desplegables y varios libretos pero a nivel de reglas dejo de tener sentido muy pronto (desde el primer AD&D) por la dupla que permaneció hasta ahora de Manual del jugador y Guía Dungeon Master por separado. Los reglamentos de D&D básico vienen así, en caja, porque incluyen ambos y uno esta orientado a masters (GDM) y otro a masters y jugadores (MJ) (es mas práctico tenerlos separados).
Si ya es casi mágico abrir por primera vez un manual, qué os voy a contar cuando abres una caja de un juego de rol con sus libros, dados, pantalla, y demás dentro.
Sólo por ese primer instante de inmenso placer ya vale la pena :DDD
De lo que mas hecho de menos en esto del rol es esa sensación que te entra cuando compras la caja, llegas a casa y al abrirla ves todo el contenido! Mapas, pantalla, unos dados… inmejorable. La ultima ves que sentí algo parecido fue cuando compre el "Descent", pero no es lo mismo.
Rememorando las primeras etapas de mi vida rolera me acuerdo cuando en la mochila llevaba la caja roja de "Ravenloft" con los manuales, unas hojas cuadriculadas con algún mapa y u folio doblado a la mitad con un resumen de la aventura, amen de los dados, los pjs y toda la parafernalia relacionada. Aun así, con pedazo de bulto a las espaladas era feliz con mi cajita… creo que hoy en dia transporto mas cosas para las partidas.
Y es muy cierto lo que apuntan hay arriba, la caja es mucho mas elegante.
Hace dos semanas en el "Rastro Remar" de mi barrio me compré la caja roja del D&D de Dalmau, y el Samuray Wars por…:
2 €uros! LOS DOS!
Con todo, eso si, con solo una hoja de personajes!
(Rastro Remar es un mercadillo quellevan ex-drogadictos (o evangelistas, no se) de recogida de muebles i cosas que los venden para sacar unas perrillas)
Solo con abrir la caja y ver el misterio que en ella esconde merece la pena comprase algo en caja.
Adems yo soy viejuno y el formato caja siempre me a gustado