Pocas aventuras me han reportado mayor entretenimiento que la que dirigí en Bajomontaña (Aguasprofundas). Aunque, debo añadir, que el trabajo necesario para completar los niveles y rellenar las habitaciones sin contenido que aparecen en los mapas y libros de la caja principal de Bajomontaña (publicada en España por ediciones Zinco) es una ardua tarea, casi ímproba. Pensado en ello, hará unos días que busqué mi vieja caja Bajomontaña para desempolvar mi memoria y volver a pasear por las habitaciones que años atrás creé para mis jugadores (hace ya casi dos lustros que abandonamos los salones de Halaster en nuestras correrías, aunque tal vez volvamos algún día en el futuro). En ello ocupado, me topé con el mapa original que empleé para crear la aventura, rellenando con marcadores fluorescentes y bolígrafo un buen montón de habitaciones vacías en los dos primeros niveles del inmenso complejo (los dos únicos que tenía previsto completar, aunque me quedó buena parte del segundo nivel sin rellenar). En fin, me he tomado la libertad de fotografiar mis mapas de aventura, bastante baqueteados ya, para que vean el resultado de mi trabajo en aquellos ya lejanos tiempos de aventuras y desventuras en los oscuros pasadizados de Bajomontaña.

Primero, le echamos un vistazo a la caja de este imprescindible suplemento para Reinos Olvidados.


Y aquí tienen los mapas.

Algunas fotografías en detalle de zonas específicas de los mapas.

Esta es la parte central del primer nivel del complejo, el más conocido por los aventureros, ya que queda cerca de la entrada más empleada a Bajomontaña, el pozo de El Portal Bostezante (The Yawning Portal).


Mapa del segundo nivel, algo menos trabajado que el primero.



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