Poco a poco vamos viendo tareas cruzar el, en ocasiones, largo camino que parte del to do y llega hasta el done, pasando por el in progress del Kanban de nuestra pizarra magnética. Ya lo advertimos desde el comienzo, la travesía sería larga, compleja y, a veces, preñada de dificultades. Son muchos los frentes abiertos que tenemos, como bien saben (y algunos que aún no conocen) y debemos gestionar nuestros limitados recursos de la mejor forma posible. Aun así, seguimos, de forma callada, dedicándole horas de trabajo a nuestro juego de mesa para ofrecerles, llegado el momento, el juego que, en el equipo de la Marca, tenemos en mente. Ya de vuelta de vacaciones, era el momento de hacerles una pequeña actualización de dónde nos encontramos. Y enseñarles, claro, alguna cosilla (con colmillos y venenosa como suelen) de las que nos van llegando…
En estos momentos, el grueso del trabajo se reparte en dos áreas: diseño gráfico y testeo. En relación al primero aún queda bastante trabajo por acabar, especialmente en materia de cartas, fichas, tableros y hojas de personaje. En cuanto a ilustraciones, hemos de decir que, a falta de unas pocas cartas de las distintas escuelas de magia, la portada del libro de reglas y algunos elementos del libro de aventuras, el trabajo está prácticamente acabado. Sería justo también aclarar que el juego incluye gran cantidad de componentes y estamos mimando al máximo el aspecto gráfico (a cuenta de pérdida de cordura de nuestros queridos David Lanza y David Arenas, a quienes agradecemos todo su esfuerzo y su paciencia con nosotros y nuestros caprichos).
En cuanto al testeo aún nos encontramos en la fase de testeo interno. Queremos depurar al máximo el reglamento y las aventuras antes de crear el prototipo que utilicemos para el testeo externo. Sesión tras sesión, los cambios y añadidos son cada vez menos frecuentes. Y eso es una buena señal. En cualquier caso, la mayor parte del trabajo de testeo se está invirtiendo en equilibrar las aventuras en combinación con talentos, habilidades, objetos mágicos, cálculo de puntos de experiencia, niveles, y otras variables que aparecen en algunas cartas del juego. Queremos evitar que, como ocurre en otros juegos, se produzcan paseos militares de los héroes, pero que a la vez tampoco se conviertan en total parties kill.
Respecto a las miniaturas, el trabajo está francamente adelantado. Apenas ya nos quedan por esculpir unas pocas minis “grandes”; todas ellas, como ya saben, realizadas mediante escultura tradicional, a golpe de lanceta, de las manos de dos de los mejores escultores de la actualidad, Pedro Fernández y Joaquín Palacios. Para nosotros, la escultura tradicional tiene ese aire orgánico, como de cosa viva, un poco a medio camino entre lo animado y lo inanimado, que la escultura 3D no nos llega a transmitir.
Hoy queremos mostrarles lo último que nos ha llegado del taller del maestro Pedro Fernández donde, a pesar de ser todavía un trabajo muy preliminar (a falta todavía de detalles y texturas), podemos apreciar el increíble dominio anatómico (humano, animal y divino) que Pedro tiene en miniaturas de escala de 30 mm (aunque esta en concreto alcanza los 55 de altura). No hay más que fijarse en el asombroso realismo de la musculatura de ese proyecto de naga terrible, basada en la ilustración realizada por A.J. Manzanedo. Les dejamos sin más con ella. Probablemente, la próxima vez que se la encuentren enroscada y acechante en el fondo de una húmeda caverna, este encuentro no sea tan placentero.

 

 

 

 

 

 

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