Esta semana han comenzado a llegar a las tiendas especializadas de todo el mundo los libros que componen la última y flamante edición de La Llamada de Cthulhu, la séptima ya. Nosotros en España no somos una excepción (no para esto al menos, pero sí para otras muchas cosas). Hoy mismo ya, algunas tiendas del ramo ofrecen estos manuales. La séptima edición de uno de los más importantes juegos de rol de la corta pero intensa historia de esta afición ha venido para quedarse.
Bueno, en verdad, otros países ya contaba con su propia versión de esta iteración del clásico, pues optaron por sumarse de manera temprana a la misma, acertadamente, pienso yo, preparando sus ediciones particulares, con modificaciones ad hoc, para adaptarse a las particularidades de cada país. Tal es el caso de la editora francesa Sans-Détour, que estrenó ya hace meses una preciosa edición del título, como se puede comprobar en su página web. Es más, esta empresa francesa publica a la par la anterior sexta edición y la actual, sin asomo de problemas y con la aceptación general de su clientela, trabajando en material propio y licenciado oficial. E igualmente, tenemos la editora alemana Pegasus Spiele, con otra edición espectacular, también disponible desde hace meses. Y creo que en otros países también han optado por publicar esta versión, algo natural, habida cuenta de las muy buenas críticas que ha cosechado la misma. Hay muchos y muy variados análisis ahí fuera sobre esta séptima edición, a nada que busquen podrán encontrar muy buenas reseñas sobre el juego. Aunque yo les recomiendo la que es, sin duda, la mejor página especializada en el juego en España, y tal vez en el mundo, Susurros desde la Oscuridad.

Hasta aquí bien. ¿Y qué tenemos en España? Veamos, en algo más de 5 años se han publicado 4 libros y una pantalla, contando el básico, la campaña de Las Máscaras de Nyarlathotep, Guía del Investigador de los años 20, Las Mansiones de la Locura y la pantalla. Además, con variaciones llamativas en el formato, pues mientras algunos de estos libros se presentan a todo color con su propia presentación y en tapa dura cartoné, muy lograda, otros, como las Mansiones, se mantienen en rústica y en blanco y negro. 5 títulos en 5 años. A título por año, y material de sobra conocido, con pocas variaciones, ya publicado en su mayoría en otras ediciones, incluso en castellano. Aparte de esto, hay dos títulos que se suponen engrosarán esta línea, Achtung Cthulhu! y Tatters of the King. Una campaña que no está entre las mejor consideradas, en mi opinión personal, y un escenario de campaña que, por lo visto, en su versión española, no vendrá con el sistema dual: Savage Worlds y el propio de sexta edición, algo irregular, que nos deja por detrás de otras versiones publicadas en países vecinos. Además, aunque estos títulos llevan comentándose en los mentideros de la afición, carecemos de información fiable y ni tan siquiera aparecen aún en la lista de productos en preparación de la editora. Abundando más en el tema, la última noticia al respecto en la línea, aparece con la reedición de Las Máscaras de Nyarlathotep y la pantalla, así como el básico, que si bien no es mala noticia, resulta un poco desconcertante, y que de seguro retrasará cualquier posible nueva edición, al menos hasta que estos títulos se agoten en el distribuidor. Y lo es habida cuenta del interés que ha suscitado la aparición de la séptima edición, y el natural deseo de los aficionados por disponer de esta nueva versión o, en su defecto, avanzar en la línea con novedades, y no reimpresiones. Nosotros mismos nos hemos interesado, preguntando por los cauces indicados a la editora, y la respuesta que hemos obtenido ha sido insatisfactoria. Es decir, seguimos en sexta edición, con una cantidad irrisoria de títulos publicados, parte de ellos viejos conocidos, mientras el material para esta misma edición, la sexta, ya superada en su país de origen, es ingente, aunque dicho material resulte inédito en España, y visto el nulo interés en engrosar la línea, jamás lo veremos publicado aquí. Es más, en un alarde de ignorancia, se ha filtrado a través de voces cercanas a la editora, que los cambios entre sexta y séptima edición eran inapreciables, de ahí el escaso interés en la línea. Cualquiera que se haya molestado en leer esta última edición, se habrá percatado que las novedades son de entidad.

Durante este mismo tiempo, la editora ha publicado mucho material para otras líneas de juego en su catálogo. Sin ir más lejos, en un lapso de tiempo más corto, para el juego de Al Filo del Imperio han sido publicados 5 suplementos de reglas, 2 aventuras, el libro básico, una caja de iniciación y 23 mazos de especialización, dados especiales y hasta fundas. Y en la misma línea, en juegos hermanos como la Era de la Rebelión, se han editado otros títulos, incluyendo básico y pantalla, y aventuras. Esto es, para que se entienda: si hemos recibido en casi seis años 5 títulos para La Llamada de Cthulhu, en menos tiempo, se han publicado más de 30 productos en la línea de rol de Star Wars de este grupo editorial. Esto demuestra que la empresa tiene músculo para publicar material, a pesar de su historial de líneas abandonadas. Y les pondré otro ejemplo palmario, que demuestra a las claras el conformismo que se ha instalado entre los aficionados en lo que toca a este juego, pues nosotros mismos, en un lapso de tiempo similar, siendo un grupo creativo amateur, sin posibles económicos, sin un duro vamos, hemos sido capaces de editar dignamente un ejemplar básico como Walküre, una pantalla y tres suplementos en físico para el juego, igualando la producción para La Llamada de Cthulhu de la que es la más importante editora y distribuidora del país. Y yo les pregunto, ¿son más populares, como juegos de rol, Al Filo del Imperio o la Era de la Rebelión, nuestro Walküre, conocido por nuestros mecenas y poco más, o bien La Llamada de Cthulhu, un clásico inmarcesible?
Y hablamos del conformismo que demuestran algunos, algo que queda patente en el mismo foro habilitado por la editora. Es normal, porque ya se sabe que el conformismo es el camino fácil, y puede redituar ventajas a corto plazo, mientras la disidencia siempre conlleva un costo personal, que aquellos más apocados o dependientes no están dispuestos a asumir. Creo que es evidente que el trato que este juego está recibiendo no es el adecuado, y podría mejorarse ostensiblemente. Pero nosotros vamos más allá, a riesgo de resultar vapuleados, pues ya formulamos estas mismas preguntas hace tiempo, y responsables de comunicación de esta editora afearon nuestra conducta públicamente. Ahí van otra vez: ¿veremos en español una versión de la séptima edición? Siendo afirmativa la respuesta a esta pregunta, ¿cuándo podría hacerse efectiva? Y si no la hubiere, por razones ignotas, ¿habrá novedades en la misma o languidecerá como hasta ahora?

Seguramente llegaremos tarde, como siempre. Tarde y mal, sin continuidad ni constancia, o con material de segunda. Pero quizás, lo que más me molesta, o inquieta, es que pareciera que uno no pudiera señalar este tipo de cosas, interpretándose como un ataque, no sé bien a qué, no ya a la editora, a la que respetamos como el que más, sino a la situación general de bonanza que parece vivir esta afición. Da la sensación que señalar cosas que podrían mejorarse ya no es políticamente correcto, pues se interpreta, sesgadamente, como un ataque deliberado contra el ambiente de autocomplacencia general que parece haber permeado el mundillo. Y eso que siempre hemos procurado, y también en esta entrada, expresar nuestra opinión de forma constructiva e independiente, porque creemos que este juego podría dar mucho más de sí, por su importancia, relevancia y vigencia en la historia de esta afición. Y que ello podría coadyuvar, de manera definitiva, a mejorar el panorama, cada vez más variado, efervescente y dinámico, que duda cabe, pero con evidentes claroscuros e incertidumbres, pasadas y futuras. En definitiva, tenemos que señalar aquello que creemos es posible mejorar, porque no es oro todo lo que reluce, y hay mucho trabajo aún por realizar.
Y por favor, nunca troquen lo particular por lo general, pues, en buena medida, aquí germina lo craso en muchos razonamientos. Y las medias verdades, que son mentiras eufemísticas. 

Me recuerda todo esto a a la vieja parábola de los talentos. A buen entendedor, pocas palabras bastan:

Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el de los dos talentos dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el que había recibido un talento dijo: Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo. Mas su señor le respondió: Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
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