Hacía tiempo que no participaba en esto del Carrusel, pero tras retomarlo nuestro amigo Jacobo en su magnífico blog de Rol the Bones, ahí que vamos nosotros también a participar.
El tema de este mes pasa por recapitular aquellos juegos de rol en nuestras colecciones que no vendemos, es decir, todo eso que atesoramos con cariño en las estanterías. Bueno, la verdad es que tengo un buen montón de cosas, como bien saben, a buen recaudo en la mazmorra de la Marca. Aunque no lo crean, a lo largo de los años, he vendido muchas cosas, y he comprado muchas más. En fin, aquellos de ustedes que nos siguen ya de tiempo, se podrán imaginar qué cosas procuraría no vender nunca, ¿verdad? Pues sí, tal y como estaban pensando, no vendería nunca mis manuales de D&D/AD&D, de cualquiera de sus ediciones, incluyendo cuarta edición.

Tampoco vendería mis libros de La Llamada de Cthulhu.

Ni por supuesto ninguna de las muchas cajas que tengo de D&D Basic y AD&D, de sus muchas campañas y ambientaciones.
No vendería tampoco las aventuras para D&D 3.5 de Goodman Games, que las tengo todas. Ni tampoco el material clásico de Necromancer  para D&D 3.5. Ni las dos cajas que me quedan de nuestra edición primigenia de la Marca del Este, la de Dracotienda.

Y tampoco vendería la colección completa de Spellfire y el Mythos.



De todo lo demás, llegado el caso, no me importaría desprenderme, sea el juego que sea. Incluso algunas veces he regalado muchos juegos, incluyendo una colección completa del juego de cartas de El Señor de los Anillos, de Joc/ICE. 
Y ya está.
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