Hace un par de años ya lo comentábamos en esta casa, y es una tendencia que se ha ido intensificando de un tiempo a esta parte. Me refiero al cierre o abandono de blogs (bitácoras personales) relacionados con nuestra afición, a la par que se ha venido intensificando el tráfico en las redes sociales, cosa por otro lado lógica, según la evolución que hemos visto en estos últimos años. La información se nos presenta ahora mucho más fragmentada de lo que estaba antes, diseminada en diversas redes sociales, e incluso dentro de pequeños grupos o comunidades exclusivas dentro de cada una de éstas. El ruido de fondo es tan ensordecedor, y la cantidad de información tan abrumadora, que uno no puede, por menos, que sentirse extraviado.
Otra cosa bien distinta es lo que sucede en estas comunidades sociales, y los muchos problemas que se derivan, aparte de las beneficios, que también son plausibles. Si ya relacionarse en el plano personal, cara a cara, resulta complicado, lo es aún más de manera virtual. Como difícil es encontrar una voz independiente, inteligente e interesante en un marasmo de mediocridad. Multiplicamos las opciones, democratizamos el acceso a las autopistas de la información, pero con ello también acentuamos la confusión. Creo que es inevitable, como marchamo de los tiempos que vivimos peligrosamente, con una rapidez alucinante, en plena dictadura de lo inmediato. 
Nosotros hemos aprendido a distanciarnos un tanto de las redes últimamente, centrando nuestros aportes en esta página, ya veterana, con más de diez años a sus espaldas de experiencia, éxitos, errores, desastres y frustraciones, la mezcla caótica de acontecimientos que son una vida en sí; y un proyecto de futuro, a largo plazo, que nunca hemos abandonado, aunque si variado en su intensidad, porque existir es preciado y dificultoso. Y todo esto lo hacemos desde la independencia del que no debe nada a nadie, ni nunca ha pedido nada nadie. Ni tan siquiera hemos cobrado jamás por publicidad, banners o mucho menos hacer reseñas, y jamás hemos pedido material o cualquier otro tipo de dádiva. Sí, las empresas, páginas, editoras o webs que aparecen con sus respectivos banners están ahí porque los consideramos amigos, o que realizan una labor encomiable. Y están ahí sólo por criterios de índole muy personal, al albur de los acontecimientos. Punto. No cobramos ni cobraremos por publicidad, ni exigimos nada a cambio. Mantenemos los dominios y todo lo demás con nuestro dinero.
Sí es cierto que en algunas ocasiones, y por decisión exclusiva del interesado, se nos ha enviado algún que otro libro o juego (muchos menos de los que podrían imaginar, tal vez 10, incluso menos, en estos años). Algunos ni tan siquiera fueron mencionados en este blog. Otros fueron donados a bibliotecas u otras organizaciones sociales amigas, pues no olviden que estamos constituidos en una asociación, que colabora en programas culturales, donando no pocos ejemplares de nuestras publicaciones a diversas instituciones.
Sea como fuere, desde este pequeño rincón en la Red, seguiremos aportando nuestro particular punto de vista, nuestra opinión sincera, a nuestra manera, como hemos hecho hasta ahora, respetando a todos pero sin aceptar consejos sobre cómo tenemos que proceder. Esto, y alguna otra cosa, es lo que nos ha permitido ser independientes (¡indies!), con nuestro propio criterio, equivocado o acertado, eso ya no nos compete a nosotros valorarlo. Y aquí seguiremos…
Share This