Yes, we’ll gather at the river,
The beautiful, the beautiful river;
Gather with the saints at the river
That flows by the throne of God.
Robert Lowry, poeta estadounidensse, escribió en 1864, en plena Guerra Civil Americana, uno de los himnos cristianos más celebrados, Hanson Place, más reconocido como At the river o Shall we gather at the river? Este bello poema hace referencia al capítulo 22 del Apocalipsis, conocido como Rio o El Río. En el mismo, una vez redimidos, aquellos elegidos pueden contemplar la nueva Jerusalén, una tierra de provisión y promisión, guardados por un ángel guía beatífico. El agua fluye cristalina por la ciudad desde el trono de Dios y el Cordero. Y allí crece el árbol de la vida.
Seguro que habrán escuchado este himno en muchas películas, de fondo, y no se habrán percatado de ello. John Ford lo empleó en algunos de sus largometrajes más recordados, como Tres Padrinos, My Darling Clementine (Pasión de los Fuertes), Centauros del Desierto (mi película favorita de todos los tiempos) y La Diligencia, entre otras. Años más tarde, otro director mítico de westerns, crepusculares y violentos, Sam Peckinpah, emplearía At the River en peliculones como Mayor Dundee u otra de mis predilectas, Grupo Salvaje.

Grupo Salvaje es una película icónica, triste y melancólica, que se ha definido siempre como heraldo del atardecer del género, ya angostado en su tiempo. Años después, resurgiría con fuerza, de la mano de directores como Eastwood, para alivio de los aficionados incondicionales de este género. Peckinpah era un genio en la planificación de escenas de acción, aunque no llegaba a Ford ni a la suela de sus zapatos. Con todo, la secuencia de entrada de Grupo Salvaje es colosal, y Sam emplea de fondo el himno At the River como telón de fondo del brutal tiroteo tras el atraco al banco.

En el fondo, aunque se presente de forma muy diversa, y se emplee con una u otra finalidad, el himno sigue representado una imagen beatífica de un mundo redimido, mensaje cristiano presente en las Sagradas Escrituras. A veces, no importa la manera, la técnica, que rodee o envuelva un mensaje, sino el mensaje en sí. Y esto pueden aplicarlo a muchas cosas en esta vida.
Ya luego nos ponemos de acuerdo en quién supo hacerlo con más habilidad y pericia, aunque en mi opinión no hubo nunca nadie mejor que Ford, ni lo habrá jamás.
Y a todo esto, ¿no les ha dado ganas de jugar a un buen juego de rol de ambientación western? No, no Deadlands cutre con zombis y monstruitos, algo realista que nos permitiera representar todas estas maravillosas películas y más, como Aces & Eights. Si viera este juego algún día traducido al español, yo ya podría morir y resucitar, redimidos mis pecados, para marchar junto a un ángel guardián al río de aguas cristalinas que brota del trono de Dios, junto al Cordero.
Sí que hay un mensaje, siempre lo hay.
Yes, we’ll gather at the river,
The beautiful, the beautiful river;
Gather with the saints at the river
That flows by the throne of God.
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