El domingo por la tarde estaba intentando entretener a mi hijo mayor cuando se me ocurrió sacar mi ejemplar del juego de tablero de Dungeons & Dragons que editará Parker hace unos años y organizar algo con su reglamento y los tiles (baldosas) que tengo por aquí a cientos. Estuve probando cosillas, no realmente jugado, pues Pedro junior es muy pequeño aún para ello, pero me percaté de que con lo sencillo del reglamento, las minis que vienen en el mismo, más algunas más de D&D Miniatures, se le puede sacar mucho partido a este juego, siendo una magnífica herramienta de introducción a… Aventuras en la Marca del Este. Sí, porque podemos emplear su sistema con algunos cambios y usarlo al modo de aquel que editara Borrás para el Básico de D&D, ¿recuerdan?. En fin, seguiré trasteando con este asunto, lo mismo saco algo interesante. Lo que si es verdad es que, aunque el pobre no se entera muy bien de qué diablos hace su padre -con tres añitos ya me diréis-, se quedó extasiado según desplegaba el tablero y componía una aventura de las que tengo escritas con las baldosas y las minis que tenía a mano. Tiene madera de Dungeon Master, y estoy instruyéndole desde pequeñito en esta noble y sacrificada profesión.

Aquí unas fotos de mi experimento:

Las baldosas o tiles de Wizards son un invento sensacional.




Share This