Me encantan los dados, me encantan de verdad, y siempre que puedo compro algunos más para añadir a mi colección, aunque últimamente soy un poco más selectivo, decantándome por los de Q-Workshop. En fin, de una forma u otra, he amasado una buena cantidad de ellos, guardados en un montón de sitios diferentes. Era hora pues de ordenarlos un poco, o al menos localizarlos en un mismo recipiente. A la sazón, el fin de semana pasado, escoltado por mi hijo mayor, salimos a buscar un buen tarro de vidrio para meter nuestros dados. Cómo, he encontrado lo que buscaba en una tienda bazar china, de esas que tienen de casi todo… y más. Por 2,80 euros he comprado un jarrón con capacidad para 5 litros, que no es poco… y hecho en España.

Ya sé, ya sé, esta entrada mía es una chorrada como una casa, pensarán sin faltarles razón, pero no podía pasar la ocasión de hacer unas fotos según procedía a la operación de trasvase de dados de mi caja de lata al tarro. Y es que mola mucho más que los dados puedan verse, y mantenerse a la vista en la estantería de mi habitación de los muñecos, en lugar de guardados en la lata en un cajón, ¿verdad?.

Ahí van las fotos:







Ya tengo dos enormes tarros rebosantes de dados, sin contar con mi gran bolsa de dados para jugar, que guarda en mi mochila de juego, junto a los manuales de la Marca que estoy empleando ahora y la aventura que estoy dirigiendo.

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