Es momento de mirar al futuro, ahora que nuestro proyecto para editar Walküre ha concluido… casi. Digo casi, porque hasta que no lleguen todos los libros a los mecenas, no habrá finalizado formalmente. Pero lo más trabajoso ya lo hemos finiquitado. Y es un peso que nos quitamos de encima. Lógicamente, no sólo habrá que terminar el reparto de los libros, sino también las recompensas, en especial las aventuras, aunque lo tenemos todo encarrilado y es cuestión de tiempo.
Ahora nos toca dilucidar qué haremos a continuación. Bien, de momento seguir trabajando en dos suplementos para Walküre (Luna y Marte), y una posible pantalla del director de juego. Tengo en mente otros dos complementos, uno centrado en el combate táctico de mechs (Panzermech) y otro segundo que ampliaría la posibilidad de jugar con el reglamento en la Primera Guerra Mundial. La edición de ambos dependerá de la salud de la línea. Esto, amén de todo lo que pueda generarse desde la comunidad de aficionados, mantendrá la línea despierta y avanzando por un buen puñado de tiempo. Planificado esto, podemos pasar a otra cosa…
Sí, tenemos más cosas en mente, al menos dos harto interesantes. También trabajamos en un nuevo juego de rol de ambientación típicamente pulp. Es un juego menos ambicioso que Walküre, aunque no por ello menos interesante. Este juego queremos desarrollarlo con calma, e incorporará un sistema viejo y nuevo a la vez. Es decir, un clásico remozado. No hay fechas.
No hemos olvidado la campaña para La Llamada de Cthulhu de Jack el Destripador, pero está a la cola por ahora.
El hecho de que estemos trabajando en estas nuevas cosas no es garantía de que vean la luz. Tal vez no lo hagan nunca.
Ahora mismo creo que nos toca cambiar de tercio, y en eso estamos. Tenemos que asentarnos y mirar todo en perspectiva. Hay movimientos dentro de la afición que son interesantes, para bien y para mal, y pienso que lo más sensato es observar cómo evoluciona todo y actuar en consecuencia. Estamos en un cambio de ciclo que desembocará en una nueva época; mi instinto me dice que ahora más que nunca hay que ir con mucho cuidado. El advenimiento de los crowdfunding, otras fórmulas de patrocinio y financiación, además del fortalecimiento de las redes sociales, son heraldo de tiempos más revueltos e impredecibles. Si bien la creatividad encontrará más vías factibles para prosperar en algo sólido, también asistiremos a sonoros fracasos y otras cosas aún peores. Lo importante es aprender a vislumbrar las razones por las que unos proyectos se coronan con el éxito y otros son relegados al olvido, en ocasiones de manera injusta. Confieso que es muy complejo entender esto, y nos esforzamos por aprender mientras observamos, pero la casuística se nos antoja un arcano que no conseguimos resolver. Tal vez sea irresoluble. Conviene esperar.
Lo que sí que tengo claro es que, independientemente de la manera que se encare un proyecto, hay que arriesgar siempre algo; y el grado de compromiso con esta certeza determinará los resultados. Sin contar con la calidad profesional, tanto de personas como producto final, algo en lo que tenemos que mejorar… O tendrán que mejorar aquellos que quieran cimentar su presencia en este mundillo nuestro tan pequeño y resbaladizo.
De ahí que el espejismo de esa presunta «edad dorada» sea tan peligroso como huero. Porque digo yo, si es cierto que estamos en una edad de esplendor, siendo todo cíclico, ¿quiere decir que lo que está por venir será peor? Entonces, lo que hemos vivido estos años, ¿es lo mejor a lo que podemos aspirar? Si es así, tenemos un problema. He aquí el error de creer en una idílica y fatua edad dorada. ¿Comprenden a dónde quiero ir a parar? Nos condiciona y califica erróneamente. Es una cortina de humo.
Dicho esto, quizás sea momento de dar un paso al frente y crear nuestro propio sello editorial, o tal vez resulte más inteligente quedarnos a un lado y dejar hacer a otros más capacitados. En fin, no nos ponemos metas, no me pongo metas, nos contentamos con divertirnos con lo que hacemos y hacerlo lo mejor posible desde nuestra condición de advenedizos.
Nos hemos demostrado a nosotros mismos que podemos hacer algo nuevo. Desde aquel día en el que nos señalaban, desde nuestra propia trinchera, como incapaces de generar contenido original. No lo hemos olvidado. Aunque nunca estuvo en nuestra agenda tal cosa, en aquella fecha temprana, algo que explicamos por activa y por pasiva, y que quedó escrito. Casi cuatro años después, ajustamos esa cuenta. Sólo por eso merece la pena haber llegado hasta aquí. Bueno, no sólo por eso… fundamentalmente porque ha sido muy entretenido el viaje. El día que deje de serlo, ya no estaremos aquí. Aunque… en estos años, muchos se han ido, o han silenciado sus foros, blogs, páginas y demás. 
Nosotros seguimos.

Sin novedad en el frente.

¡Gracias a todos!
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