Estos días de asueto navideño, aprovechamos para jugar con los zagales a Talismán, que nos encanta. Ellos no se enteran mucho, pero con su madre y un servidor, hacemos de implicarlos, y les encanta tirar dados y mover las minis de los personajes por el tablero. No hay mejor juego que este, dada su sencillez y vistosidad, para mantener a la zagalería entretenida, y ya de paso, matar estas tardes invernales de forma divertida, entre mantecados y alfajores, suegras y cuñadas.

Metimos la expansión de The Dungeon, aunque apenas la usamos. Es una lástima que Devir no publicara más expansiones para el juego.

Y no entiendo la razón, porque este juego es todo un clásico con muchos seguidores.

Los componentes son de primera.

 Los tableros son una pasada, da gusto verlos.

En fin, siempre viene bien echar un rato al Talismán, ¿verdad?

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