Una de mis películas favoritas de todos los tiempo, no ya por su magnífico director, Howard Hawks, uno de los genios incontestables del cine, sino también por su temática, su trama y lo divertida que resulta: un espectáculo colosal. Land of the Pharaohs (Tierra de Faraones), rodada en 1955, nos traslada al Egipto del Imperio Antiguo, para asistir de primera mano a la construcción de la Gran Pirámide de Keops o Khufu. El faraón, interpretado magníficamente por Jack Dawkins, está obsesionado con terminar la pirámide a tiempo y dotarla de las más mortíferas y eficaces trampas para evitar los saqueos. Entremedias que aparece la malévola y ambiciosa princesa Nellifer, a la que da vida una jovencísima Joan Collins, complicando toda la trama.
No se asusten por las fotos, esta pelicula fue rodada en Cinemascope a todo color, y luce sensacional, al estilo de otras grandes producciones de época, como La Túnica Sagrada o Ben-Hur. Además, fue rodada en localizaciones auténticas de Egipto y en unos estudios romanos en Italia.

La película es una auténtica delicia, verdaderamente maravillosa, una historia de aventuras e intriga alucinante. Además, resulta muy evocadora la parte que nos muestra la construcción de la pirámide y cómo se las ingenian para crear trampas de manera que las riquezas del faraón resulten salvaguardadas de los robos. Todo esto queda muy bien retratado en el film, magníficamente resuelto por el genio de Hawks.

Si pueden hacerse con ella y no la han visto antes, no saben lo que se pierden. Es con toda seguridad la película que más se aproxima al concepto real que tenemos de Saqueadores de Tumbas. Sólo le faltaría el componente preternatural que sí encontrábamos en The Mummy.
Y bueno, el final de Tierra de Faraones es… sencillamente genial. Tendríamos que regalar una copia de esta peli con cada ejemplar de Saqueadores. 😉 Sería la mejor forma de explicar de qué va nuestro juego.
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