Recuerdo el lío que se montó a colación del anuncio de la pantalla deluxe firmada por Jon Hodgson. Se dijero muchas cosas, se escribieron muchos comentarios, todo ellos muy interesantes para nosotros: aquellos positivos para con la pantalla de marras, como también los negativos. De todo se aprende en esta vida, y con más motivo nosotros, que estamos aprendiendo de esto a la par que avanzamos.

Bueno, de entre todos los comentarios consechado entonces, me llamaron la atención aquellos que comentaban la consistencia artística de nuestras cajas. Y me sorprendieron por la única razón de que nosotros nunca planeamos algo así. Quiero decir, nunca se nos pasó por la cabeza dotar a nuestra obra de una consistencia artística, como parte de un todo planeado hasta ese extremo. Qué va. 
Cuando empezamos la tarea de buscar ilustradores para la caja roja, en su día, todo fue muy casual. Pues fue una maravillosa y afortunada casualidad dar con Manzanedo. A José María Trazo ya lo conocíamos de toda la vida, y a Emilio también. Siempre tuve claro que Antonio haría las portadas, y fue así porque el resultado de la primera fue soberbio, como recordarán. Al progresar todo el asunto y comenzar a desarrollar las cajas subsiguientes, algo impensable en nuestros inicios, comenzamos a darle vueltas al asunto de contar en las portadas sucesivas una historia donde nuestro guerrero del escudo con la calavera fuera el protagonista. De este modo, quién si no Manzanedo podría hacerlas. Algo parecido pasó con las clases de aventurero: ya que las primeras las hizo Antonio, pues las que vengan también las hará él. Y es que, una vez iniciamos todo el tema de la caja azul, conocíamos muy pocos ilustradores, y aquellos que empezaron a trabajar en el escenario de campaña lo hicieron porque tuvimos también la suerte de conocerlos de manera casual. Por ejemplo, a Jorge Carrero lo conocimos en persona en unas jornadas de Sevilla, y una cosa llevó a la otra… hoy es imprescindible en la Marca. Breo vino de la mano de Holocubierta, y nosotros encantados porque su trabajo es fenomenal. A RU-MOR, Tamara y compañía también los conocimos de casualidad por toparnos con su trabajo en Daqora en Internet; y también supimos de Raquel y Thanya por la Red. Algo parecido pasó con Manu, al que conocimos al ganar aquel concursillo que hicimos del logo (que es ya nuestro logo oficial incluso para el juego, otra afortunada casualidad). 
En fin, todos tienen un estilo diferente y lo único común a todos ellos es que nos gusta mucho su trabajo, y son buenas personas, que cumplen. Nunca nos detuvimos a pensar en consistencia artística o nada parecido. Es decir, nuestra falta de experiencia en esta lides nos ha llevado a actuar de manera casual, intutitiva, incluso despreocupada, yo no sé si acertada o desacertadamente, eso dejo que lo juzguen otros.
Luego vino lo de Hodgson para la pantalla, y aquí tampoco pensamos mucho el tema, por la sencilla razón de que nos dejamos, otra vez, llevar por nuestro corazón, porque adoramos, ¡nos encanta!, el trabajo de este hombre y nos hacía ilusión y llenaba de orgullo tener un producto hecho por este señor con el logo de la Marca.
Y seguimos así con la caja verde, un poco haciendo las cosas sin pensar mucho en consistencia alguna, con buena parte del plantel de artistas, hoy amigos, que nos ha acompañado hasta ahora. Y son estos porque, sencillamente, nos gustan y caen bien. Y otros que se incorporarán, de seguro. Ah, y me encantaría contar en el futuro con artistas de estilo old school más depurado, como Poag o McAusland, o Mullen. Ya lo intenté en su día con Erol Otus, y me dió calabazas.
Por cierto, si hay alguien ahí, que hable la lengua de Cervantes y que tenga un estilo similar a Otus, Poag o McAusland, que se ponga en contacto con nosotros a la carrera. Es hora de encontrar al Otus español. Sí, ya saben que la cabra tira al monte, y nosotros estamos hechos unos cabras locas. Nos puede ese saborcillo de la vieja escuela, lo llevamos en la sangre.
En fin, que nos les doy más la vara con este tema.
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