Como bien saben, estas últimas semanas hemos estado tremendamente ocupados en el desarrollo de nuestro juego. Todavía nos quedan muchas semanas más de duro trabajo, pues es nuestra intención ofrecer el mejor juego posible dentro de nuestras posibilidades. Por todo ello, a nuestro pesar, hemos tenido que dejar de celebrar sesiones de juego para centrarnos en el diseño de Aventuras en la Marca del Este y su producción. A día de hoy, el reglamento está virtualmente terminado, a falta de revisarlo con cuidado, una y otra vez, añadir alguna cosilla quitar alguna otra y las modificaciones de última hora -que de seguro las habrá-. Ahora mismo, lo que más retraso acumula y que en cierto modo nos preocupa, son las ilustraciones, pues todavía tenemos muchas pendientes de incluir antes de empezar a maquetar definitivamente el libro (el diseño de maquetación ya está prácticamente decidido). Ya puestos, queremos aprovechar esta oportunidad para felicitar y animar a nuestros ilustradores, pues la labor realizada es ímproba y magnífica, por lo que estamos muy contentos con todos ellos. Sin vosotros este juego no sería igual.
En fin, de un modo u otro trabajaremos decididamente para tener el juego terminado para su venta en el menor tiempo posible. Es nuestro deseo tenerlo impreso y listo para otoño y, si todo va como hasta ahora, se cumplirá sin duda. Hasta entonces, tenemos muchas e importantes decisiones que tomar. La primera y más relevante, según creo, será el modo y manera en que el juego será distribuido. Ya hemos contactado con comercios y distribuidoras y las condiciones de los mismos sobrepasan con creces nuestras posibilidades y márgenes que, para una primera edición tan exigua, se podrán imaginar cuán ajustados son. Por lo tanto, creo que tendremos que distribuir el juego nosotros directamente desde la página. A día de hoy, de los 150 ejemplares que imprimiremos, 10 serán para promoción y 7 para el grupo de juego de la Marca (cada uno de sus miembros activos se reservará un ejemplar de recuerdo) por lo que nos quedarán 133 ejemplares para su venta. Contando los 20 o 30 que tenemos reservados para familiares y compradores amigos locales, sólo podremos vender unos 100 juegos de la primera edición en la página a esos 29,95 euros más gastos de envío. Con estas cifras, y aunque no lo crean, el beneficio neto de la primera edición para nosotros es de 100 euros y pico… sí, éste es nuestro ánimo de lucro (asunto que se verá con más claridad una vez aportemos las cifras de la operación, con luz y taquígrafos). Bueno, el libro también estará disponible en Lulu y estamos trabajando en el tema de los PDFs (desconozco si tendremos éxito y cuánto beneficio nos puede reportar ambas opciones, pero imagino que será tan reducido como el de la venta directa). Si se vende esta primera edición íntegra, habrá una segunda tirada de otros 150 ejemplares, y ya veremos entonces si podemos alcanzar las condiciones de los comercios (y no lo digo porque sean draconianas, son razonables la mayor parte de ellas, pero para una edición tan reducida como esta, donde hemos buscado abaratar el coste final a costa del beneficio último, se nos antojan inalcazables y nos supondría no recuperar la inversión y perder dinero). No os digo ya las distribuidoras profesionales, que con casi un 50/55% sobre el pvp final no se pueden ni mentar, no vaya a ser que nos suban el pan.

Lo dicho, que avanzamos con paso firme y decidido.

Otra cosa que me gustaría comentar, al hilo de la entrevista que escuché en el siempre interesante y ameno programa de Radio Telperion al responsable de Generación X. Yo disiento totalmente con lo apuntado por este señor con respecto a las autoediciones. Donde el ve inconvenientes yo sólo veo ventajas. Es más, el reducido tamaño de estas propuestas aseguran una mayor flexibilidad y control sobre el producto. Yo, como estoy ahora, puedo elegir vender directamente sin repercutir impuestos ni tasas, puedo o no puedo girar facturas, pagar de una u otra forma a los colaboradores, elegir con libertad la manera de distribuir el material, sin caer en la esclavitud de contratos en firme y mandangas, devoluciones intempestivas y demás abusos. Tener ISBN o no es indiferente para ediciones tan contenidas y reducidas, diseñadas para un nicho tan específico, es más, el ISBN para estos casos no deja de ser una boutade innecesaria. Soy tan pequeño y contenido en nuestra tirada limitada de andar por casa en zapatillas que casi somos invisibles, somos casi opacos a nivel legal y eso, señor mío, es una tremenda ventaja, pero no sólo para mí, sino también para mis potenciales clientes.

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