A veces, el imprevisto devenir de los acontecimientos puede cambiar las cosas de manera decisiva. Este ha sido el caso de Castle Zagyg, la línea editorial que creara Troll Lord Games hará unos años para que Gygax desarrollara su definitiva versión de la campaña homónima, que vendría a incluir un enorme complejo subterráneo, bajo el castillo de Zagyg, un trasunto claro de la fortaleza de Greyhawk… y el dungeon bajo el mismo. Ya saben ustedes que este entorno de aventuras -uno de los más veteranos del hobby, sólo después de Blackmoor– nunca ha visto una edición decente en D&D (al menos si consideramos las palabras del propio Gygax), sólo siendo publicada de manera parcial (Dungeonland, Beyond the Magic Mirror o Island of the Ape), muy recortada o totalmente insatisfactoria, como es el caso del denostado Castle Greyhawk de 1988, quizás la peor aventura jamás publicada por la TSR post Gygax.

Prosigamos. Tras el acuerdo alcanzado con los chicos de Troll Lord, todo parecía indicar que tendríamos una buena encarnación de este clásico, pues el autor primigenio se encargaría de trasladar por fin a papel buena parte de los niveles originales del complejo, añadiendo cosas nuevas y demás. Y la cosa es que comenzó con buen pie, pues recibimos el Volumen I: Ysggburgh, describiendo esta localidad y su entorno con todo lujo de detalles. En principio, esta ciudad serviría de base de operaciones para las partidas de exploración del Castillo de Zagyg, que sería presentado en entregas posteriores. Pero antes de comenzar con el castillo propiamente dicho y el dungeon inferior, Troll Lord nos ofreció una pequeña aventura introductoria, Dark Chateau, firmada por R. Kuntz.
Más tarde, hace pocos meses, apareció por fin la segunda entrega de cinco en caja que nos describe este lugar mítico de campaña, inédito en su mayoría hasta la fecha. Este Castle Zagyg: The Upper Works, nos introduce a la fortaleza, detallando el entorno, el castillo en sí -o lo que queda en pie de él-, y el nivel superior de los subterráneo, las conocidas como Bocas de la Locura. Todo pintaba bien, y por fin, desde que el maestro declarara en la revista Dragon que llevaría a cabo este proyecto para que pudieramos todos disfrutar de su campaña original, Greyhawk, los seguidores teníamos entre las manos una parte fundamental de esta historia viva del hobby. Pero la cosa se torció, de manera funesta y desgraciada para todos, y no ya porque Kuntz decidiera abandonar el barco, como ayudante de Gygax, si no porque el propio maestro falleció. De hecho Gygax murió antes de que The Upper Works llegara a las tiendas, cosa que hizo a muchos pensar que este no llegaría a salir nunca. Pero sí lo hizo, inopinadamente, y unos pocos ejemplares llegaron hasta el público, pero en cantidad reducida. ¿Qué pasó entonces? Pues sencillo, Troll Lord descatalogó la línea, abandonando el proyecto, cosa lógica por otra parte, dada la naturaleza personal del mismo, una vez, tristemente, desapareció su autor. Poco tiempo después, los pocos ejemplares de The Upper Works comenzaron a subir su precio en Ebay y sitios similares, aparte de desaparecer de tiendas y demás. Hoy día se ha convertido en un objeto de culto, en un producto de coleccionista inmediato, instantáneo. En fin, si han tenido la suerte de hacerse con uno de ellos o se topan en la Red, inopinadamente, con un ejemplar a buen precio, ya saben lo que tienen que hacer. Nosotros tenemos nuestro Castle Zaggy: The Upper Works, pero prefiriríamos infinitamente que Gygax siguera vivo y hubiera, por ende, podido completar la saga.
En fin, piensen en ello: ya nunca tendremos el original Greyhawk gygaxiano en una edición abierta para el público en general. Una parte integrante de la mismísima intrahistoria del hobby (que diría Unamuno) se nos ha ido para siempre jamás. Es triste… y una gran perdida.
Bueno Gary, allá donde estes, sigue creando más niveles para tu Castillo de Zagyg/Greyhawk o cómo diántre quieras llamarlo. Los viejos roleros nunca mueren, sólo van a Tarterus para reagruparse… o rearmarse.
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