En vista del interés suscitado por este tema, os amplio la información de esta nueva tecnología, aplicándola explícitamente a la temática de este blog.

Una de las principales dudas que generaba esta tecnología es el tratamiento que le da a las imágenes y si es posible, o no, visualizarlas correctamente en forma de comics. Al respecto, os indico que he tenido la oportunidad esta semana de hacer varias pruebas con gráficos de diferentes tamaños y formatos (jpg, bmp, png…), y el resultado ha sido inmejorable. Aunque os recuerdo que, de momento, esta tecnología sólo admite escala de grises de 16 tonalidades máximo, como el Iliad, o de 4 tonos, como sus competidoras.

Cargados varios comics al azar, el Iliad los ha podido reconocer todos. Lo primero que llama la atención es que ajusta el tamaño de la imagen al tamaño de la pantalla, por lo que no es necesario, salvo que queramos, utilizar el zoom. La velocidad de refresco al pasar página es ligeramente superior a la de un libro de texto, pero la diferencia la estamos midiendo en décimas de segundo, aunque esta diferencia aumenta proporcionalmente con el tamaño del comic.

Imagen de muestra. Los brillos que se observan son el flash de la cámara.

Otro ejemplo

Ahora veamos como se comporta el Iliad cuando lo que queremos consultar es un manual de rol y, por extensión, cualquier documento que se presente en formato A4, o sea, el tamaño folio habitual en el que vienen estos manuales.


Como veis, se puede leer perfectamente, pero dependerá del tamaño de la fuente

Ante todo tenemos que tener presente que estos libros suelen estar compuestos de imágenes escaneadas y que, por lo tanto, siguen las mismas reglas anteriormente expuestas con respecto a los comics. La diferencia es que aquí vamos a tener que leer texto fotografiado y el tamaño de las fuentes de estos manuales suele ser lo bastante exiguo para agotarnos la vista. Por eso, en la mayoría de los casos, vamos a tener que recurrir a girar el documento apaisándolo en horizontal y girar el propio Iliad como se muestra en la imagen.

Y aún nos quedaría margen para ampliar más el documento

Ahora ya disponemos del documento a tamaño real y lo podremos leer cómodamente, aunque nos tendremos que desplazar arriba y abajo por el documento y debemos refrescar página dos veces para poder leer la hoja completa. Esta es la verdadera ventaja del Iliad con respecto a otros modelos, ya que su tamaño de pantalla es el equivalente a medio folio, por decirlo de alguna manera. Con otros modelos debemos conformarnos con rebajarle el zoom o vernos obligados, además, a desplazarnos izquierda y derecha por cada línea de texto, lo cual es bastante molesto.

En cualquier caso, sigo pensando que actualmente esta tecnología sólo es útil si nuestra intención es leer novela, libros técnicos cuyo tamaño no haya excedido del A5-B5, o comics, tipo manga, que suelen venir en blanco y negro. Todo lo demás, aunque los ereaders son capaces de reproducirlo, puede ser un poco engorroso y, en ocasiones, hay que hacer malabares para una lectura más o menos aceptable.

Para mi caso particular, que sólo leo literatura y, ocasionalmente algún libro técnico ajedrecístico, ha sido la revolución. Desde que lo poseo no he vuelto a tocar ningún libro de papel y en pocas megas llevo almacenado todo lo necesario para leer durante lo que me resta de vida, y aún necesitaría varias reencarnaciones más.

Para finalizar con este tema, deciros que esto no es el futuro, es el presente aún no estandarizado. En pocos meses asistiremos a su masificación tal como sucedió con el mp3, el divx o las cámaras digitales y veremos la forma en que evolucionan, pues aún hay un amplio margen de mejoras, como el color, el audio…

Share This