Hace unos días ya comentábamos las ganas que teníamos de echarle el guante a este nuevo suplemento de Wizards para su D&D 3.5, Elder Evils, donde se nos ofreece un pequeño catálogo de criaturas malvadas de gran poder ideales para representar a ese insidioso archienemigo de nuestros aventureros que tanto les complica la vida. Aparte de recibir una sucinta información sobre estos malos de película, también se ofrece una ingente cantidad de datos adicionales sobre su trasfondo y guarida, amén de sus lacayos más aplicados. Adicionalmente, y presentada en forma de encuentros preparados tal y como vimos ya en la reedición del clásico módulo de Ravenloft, aparecido hace bien poco en castellano, tenemos mini aventuras donde podremos explorar el sancta santorum de estas némesis malévolas y derrotarlos allí –véase las fotos más abajo-.

Para los nostálgicos, me gustaría resaltar uno de estos malosos a los que nos tendremos que enfrentar, que no es otro que el mismísimo Zargón que ya apareciera en la mítica aventura editada por Dalmau en su día para el básico y primerizo D&D allá por los ochenta, “La Ciudad Perdida”. Pues sí, tenemos incluso información sobre Cynidicea: qué les ocurrió a sus malhadados habitantes, las características del propio Zargón y su guarida, secuaces y servidores, etc. ¿No está mal? Sólo por esto merece la pena comprar este suplemento.

Portada y contraportada.

Si se fijan, abajo en la contraportada ya empieza a aparecer el nuevo logo que anuncia el D&D Insider.


Aquí tienen al mítico Zargón, destructor de Cynidicea. ¡Ay!, cuántos buenos recuerdos…

¿Les suena qué representa este dibujo? Todo buen aficionado a los clásicos de este maravilloso juego que es D&D ya debería saberlo.

El Ziggurat de Cynidicea.

Formato de encuentros preparados que ya vimos en el nuevo Expedición al Castillo de Ravenloft.

Hay más monstruos y cosas terribles en este fantástico suplemento.

Y mapas con las guaridas de los monstruitos.

En fin, un suplemento que nos ha gustado. De lo más aprovechable publicado por Wizards en tiempo. Aunque, tal vez sea sólo por la nostalgia de recuperar a Zargón y Cynidicea para el juego. ¡Qué tiempos aquellos!.
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